martes, 15 de octubre de 2013

Excavaciones arqueológicas en Laguna El Doce


 
 Por: Guillermo Bertolín

El lunes 30 de septiembre tuve la oportunidad de visitar las excavaciones arqueológicas cerca San Eduardo.
Aunque el viento no nos dejaba en paz, Juan David Ávila (antropólogo, docente y Director de Patrimonio de la Universidad Nacional de Rosario) tuvo la deferencia de concederme una entrevista



¿Por qué eligieron Laguna El Doce como lugar arqueológico?


Básicamente tiene que ver con una historia, que en Noviembre del 2003 comenzó a aparecer mucho material. Gente trabajando en el campo, acá el Chango Gusto, uno de los muchachos que trabaja en un campo lindero, a partir del derrumbe de una barranca, encuentra un montón de material. Llama a Landamburu, que es un referente histórico de la zona, un historiador.
Roberto (Landamburu) nos llama porque nos conocía a nosotros que estábamos trabajando allá en la zona. En otras lagunas.
En Noviembre de 2003 nos acercamos y vimos que había mucho material. Mucha concentración de material.

 ¿Cuáles son sus expectativas?

 Y, a nosotros nos sobrepasaron las expectativas, pero lo interesante es que estamos encontrando mucho material asociado, en parte a un período temporal que no existía hasta el momento en la región, que es el agro-alfarero temprano, son últimos mil años de antigüedad y que es uno de los sitios más antiguos y eso es importante por un lado para remarcar el poblamiento. Por otro lado algunos aspectos vinculados a la ocupación más tardía, que tenemos mil quinientos años. O sea que el sitio tiene una potencialidad impresionante.

 
 ¿Quién financia las excavaciones?


Nosotros básicamente tenemos un proyecto acreditado en la Universidad de Rosario (la Facultad de Humanidades y Arte), pero parte tiene que ver con nuestro sueldo. La subvención de nuestro propio proyecto.
Nosotros somos docentes y con parte de nuestro sueldo y un poco de aporte de proyecto, es como nos financiamos. A veces algunos de los chicos son becarios de CONICET para hacer sus tesis doctorales y también tienen una beca de investigación, para hacer sus doctorados o recibimos algunos proyectos de algunos subsidios de la provincia. En este caso todavía tenemos proyectos solamente en la universidad y el CONICET.

 ¿Qué equipos utilizan para las excavaciones?

 Por lo general usamos GPS para marcar geográficamente, después lo básico para nivelar el sitio, usamos niveles y otro instrumento llamado estación total, que es un nivel pero con GPS. Entonces marcamos cada vez que vamos excavando los niveles.
Después usamos cuadrículas, cucharín, pala, estecas de madera (herramientas especiales).
Materiales como planillas. Hacemos dibujos de plantas usamos hojas milimetradas y a veces lo volcamos después a unos programas Autocad para tener referencias de mapas.

 ¿Cuánto tiempo lleva desenterrar un fósil?

 Y, lleva un tiempo. Nuestros procesos de excavaciones son muy lentos, así que la complejidad tiene que ver con el momento de excavación.
Nosotros hacemos campañas de excavación de quince días, y en esos quince días tenemos que tener mucha información porque cada tanto venimos, no es que estamos todo el tiempo excavando.

 ¿Qué trabajo se realiza después de la excavación?

 Nosotros hacemos el trabajo que es laboratorio, que es la mayoría del tiempo y después leyendo, mucho tiempo leyendo y cotejando la información que tenemos con la otra, hasta empezar a proponer en los trabajos, en las publicaciones las temáticas, pero después lo que hacemos básicamente es la separación del material en el laboratorio, lo limpiamos y cada uno de los especialistas va trabajando una temática particular, es decir la fauna, huesos humanos, otro piedra, instrumentos de piedra, instrumentos de hueso, cerámica.

¿En qué año encontraron restos humanos?

 En Noviembre de 2003 ya habían aparecido restos.

¿Estos restos pertenecen a un pueblo originario?

 Sí. Son pueblos justamente, son grupos que vivieron acá hace mucho tiempo así que, obviamente son originarios.
No sabemos atribuirlo a qué grupo, porque justamente es un tema. Hace ocho mil años siendo que eran grupos cazadores recolectores y se movían, es difícil darle una pertenencia.
Me despedí de él, para que pudiera seguir con su trabajo y con la promesa de regresar en un futuro próximo.